lunes, 3 de junio de 2024

Al día siguiente de la elección

Casi seis años después seguimos en el camino de la regresión democrática. Dicen que no va a contrapelo de lo que ocurre en el mundo. Puede ser, aunque eso apenas sirve como explicación y para nada como algún tipo de consuelo o guía de cómo actuar. A modo de ejemplo, sirva mirar que Donald Trump ha sido encontrado culpable de conspirar para defraudar a los EE. UU. y eso no parece debilitar en lo más mínimo su candidatura para regresar a la presidencia de su país. La gestión de Claudia Sheinbaum al frente de Ciudad de México cometió faltas muy graves por negligencia (por las que debía responder como mínimo en lo político, ya no digamos en lo penal) que costaron muchas vidas y tampoco hizo mella en la opinión de la población.

Por supuesto que hay quien se ampara en tener una amplia mayoría en las votaciones para decir que tiene la razón. Naturalmente que no es así. Pero, dado el tribalismo que impera en la población mexicana, no tiene sentido argumentar demasiado salvo solamente para eso: para dejar el testimonio de la evidencia y del raciocinio.

Ahora bien: ¿habrá el espacio mínimo para ello? Yo creo que no. Por eso es que tengo miedo, incluso por mi seguridad personal. Y no solamente por temor al poder del Estado, sino porque, por ejemplo, a la caída del muro de Berlín, hubo oficiales que patrullaban esa frontera que dicen que hubieran estado dispuestos a dispararles a aquellos que cruzaron; no porque se los ordenaran, sino porque genuinamente creían que esas personas eran traidoras.