miércoles, 30 de noviembre de 2011

¿Vacilación ante las vaciladas?

El tristemente célebre fiasco de los triernios (o terniones) fue interesante, en mi opinión porque observé que muchos matemáticos reaccionaron a proporción ante semejante despropósito. Pero es hasta ahora que el Dr. José Antonio de la Peña Mena publica su opinión sobre el tema en la versión electrónica de "La Crónica de Hoy". En ella, de una patada desacredita el trabajo de Morales del Río, cuando algunos otros se han molestado en hacerlo con algunas más.

Es curioso que el Dr. de la Peña haga el siguiente reproche:
¿Por qué ninguna institución ha tenido, hasta ahora, una reacción, sea para descalificar la noticia, sea para explicar la situación desde un contexto académico serio? (30/11/11)
y se lo dirige específicamente a la Academia Mexicana de Ciencias y al CONACyT. No es que los defienda, ni mucho menos, pero, ¿y la Sociedad Matemática Mexicana? ¿No podría ser la primera en alzar la voz?

Para terminar, vale mencionar que se ha señalado otra inconsistencia interesante en el trabajo de Morales. Si $i$ y $j$ son las "unidades complejas" y $i^2=j^2=ij=ji=-1$, entonces \[ i = -i(j^2) = -(ij)j = j, \] de lo que aparentemente se concluye que los terniones son lo mismo que los complejos. No tan rápido: lo que implica esto es que los "terniones" no pueden ser asociativos en lo que a la multiplicación se refiere, como afirma Morales del Río en la página 23 de su artículo. En fin. Recomiendo al lector interesado la entrada en la bitácora "Series divergentes" y los comentarios de los lectores si quiere ver cómo desmenuzan con calma la obra de Morales del Río.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Aprendiendo a manejar

Es en este año que estoy aprendiendo a conducir un automóvil (o manejar un carro, ¿cómo es mejor?) con la mejor maestra: mi Angélica. Un vehículo manual, cabe aclarar, pues al parecer es prácticamente trivial el caso de los automáticos.

Siempre se me ha hecho gacho que se levanten cejas cuando revelo que, antes de mis 28 años, todavía no podía realizar esa tarea. Y más gacho todavía es que no haya propiamente un "manual" que explique los rudimentos de la misma. Alguna vez pregunté por qué no viene esa información en todos los manuales de los carros, como con cualquier otro aparato. Me contestaron (con un tono sardónico, por cierto): "¿Y quién querría comprar un automóvil si no sabe usarlo?".

Lo que a mí me sirvió es comprender lo más básico del mecanismo básico del automóvil. Véase la siguiente figura.
El motor, como es relativamente fácil de imaginar, le transmite movimiento a las llantas. Puede funcionar a diferentes "niveles" de operación (las velocidades, pues). El pedal de acelerador como que le inyecta más o menos gasolina para que se mueva más o menos rápido.

Sin embargo, el motor no puede estar eternamente pegado a las llantas, porque entonces sería tremendamente difícil frenar o modular la velocidad del carro sin forzarlo o incluso dañarlo. Por eso trae un mecanismo que permite regular el modo en que el motor le proporciona el empuje a las llantas. La parte importante de dicho mecanismo es el embrague, que digamos que controla la cercanía de la "T" de la figura a la llanta. Cuando el embrague está pisado hasta el fondo, la T está completamente despegada de la llanta, mientras que está en contacto completo cuando no se pisa. De ahí que es necesario meter el embrague y dejar de acelerar para cambiar la velocidad del motor, pues de este modo la transición en el movimiento de la llanta es suave y sin complicaciones.

También hay que sacar con cuidado el embrague mientras se acelera: de lo contrario, de un jalón deja uno caer esa "T" que está dando vueltas junto con el motor sobre una llanta que no se mueve a velocidad suficiente, y por eso se apaga el automóvil.

Este "modelo" mental me ha funcionado bastante bien. Incluso explica por qué hay que poner a medias el embrague mientras se acelera en una pendiente, pues las llantas (dada la gravedad actuando sobre el carro) tratan de moverse en dirección contraria a la que viene el motor, y por eso hay que dejar como que "vayan agarrando vuelo" antes de soltar el embrague.

Si se me escapa algún detalle útil, lo agradeceré infinito en los comentarios.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Hipercompleja ¿aportación?

Con bombo y platillo se anunció el gran "aporte" del profesor Alfredo Morales del Río al descubrir los "terniones", tanto en algunos periódicos en formato electrónico como en la página oficial del Centro Universitario de la Ciénega. Se supone que son una generalización (aunque quién sabe si de esto es consciente Morales del Río) de los números complejos, y la publicó en la revista "Estudios de la Ciénega", No. 23.

Francamente no entiendo por qué dice Morales del Río que los "encontró", pues él mismo dice que son una clase particular de números hipercomplejos. Los números hipercomplejos fueron definidos por primera vez por Benjamin Peirce en 1872, y básicamente son números de la forma \[ a_{0}+a_{1}\mathbf{i}_{1}+\ldots+a_{n}\mathbf{i}_{n} \] donde los $a_{i}$ son números reales arbitrarios. El comportamiento de estos números hipercomplejos depende de la forma en que se definan los productos $\mathbf{i}_{\ell}\mathbf{i}_{k}$ para cada $1\leq \ell, k \leq n$. Los "terniones" de Morales del Río resultan de tomar $n=2$ y \[ \mathbf{i}_{1}^2 = \mathbf{i}_{2}^{2} = \mathbf{i}_{1}\mathbf{i}_{2} = \mathbf{i}_{2}\mathbf{i}_{1} = -1. \] Esta es una entre muchas elecciones posibles. Vale observar que, por el teorema de Hurwitz, los "terniones" no pueden disfrutar de todas las propiedades agradables de los reales o los complejos. En particular, Morales del Río afirma que todos los números terniones no nulos tienen inverso multiplicativo. Esto es falso. Para empezar, si tiene inverso el "ternión" $a_{0}+a_{1}\mathbf{i}_{1}+a_{2}\mathbf{i}_{2}$, entonces debe ser de la forma \[ \frac{a_{0}}{N(a_{0},a_{1},a_{2})}-\frac{a_{1}}{N(a_{0},a_{1},a_{2})}\mathbf{i}_{1} -\frac{a_{2}}{N(a_{0},a_{1},a_{2})}\mathbf{i}_{2} \] donde \[ N(a_{0},a_{1},a_{2}) = a_{0}^{2}+a_{1}^{2}+a_{2}^{2}+2a_{1}a_{2}, \] y tal "ternión" no existe para todos los terniones de la forma $x\mathbf{i}_{1}-x\mathbf{i}_{2}$, pues en tal caso $N(0,x,-x)=0$ y la división no puede efectuarse. Esto da al traste con la intención de generalizar con ellos todo lo que se puede hacer con los complejos.

Es significativo que un mexicano intente hacer un aporte original a la matemática. Pero si el profesor Morales del Río estuviera más al tanto de su estado actual, seguro que tendría un mayor chance de tener éxito (en su artículo, la referencia más reciente es del 2000 y es un libro de divulgación).

Todo esto me trae a la memoria un comentario de una profesora de análisis complejo. Se preguntaba por qué la expansión de Taylor se llamaba de Maclaurin cuando era la misma de Taylor pero alrededor del cero. Igual cualquiera podría tomar cualquier $n$ y definir como guste un producto de las unidades complejas y bautizar con su nombre a los $n$-iones resultantes.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

La Matemática engendra belleza

Dos cosas interesantes:
  1. La Universidad Autónoma Metropolitana le ha concedido a Enrique Carbajal González (alias Sebastián) un doctorado honoris causa. Una de las razones (entre otras varias) es por "hacer de su trabajo una expresión de los profundos sentimientos de lo humano, proyectados en la creación artística". Esto dijo el escultor al recibir esta distición (y es muy difícil mejorar sus palabras):
    Mi escultura está basada en la utilización de razonamientos matemáticos con fines estéticos. Al contrario de quienes piensan que ciencia y arte son dos mundos distantes y casi antagónicos, uno pertenece a la razón analítica y el otro es hijo de la imaginación y el sueño: mi proceso creativo parte de la convicción de que las matemáticas engendran belleza.
    ¿Reconocen entonces, los que le otorgaron este doctorado, que la Matemática expresa profundos sentimientos de lo humano? Espero que sí.
  2. La Real Sociedad Matemática Española y la fundación Universia abrieron una página llamada "El Árbol de las Matemáticas", donde pretenden listar a matemáticos "iberoamericanos" notables. Mi opinión es que, en su estado actual, tiene un sesgo inaceptable hacia España (por lo que un mejor nombre sería "El Árbol de la Matemática Española", y estaría más que perfecto). Sugeriría que hubiesen invitado a las sociedades matemáticas de los países en cuestión a compilar sus respectivos ramales, y después juntar todo en alguna página maestra. Sea como fuere, me complace ver que el Dr. José Antonio de la Peña Mena fue considerado para ingresar a esta selecta enumeración. Enhorabuena.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Seguramente esto también es Matemática

Apenas caigo en cuenta...

Desde su deplorable opinión sobre el teorema de Pitágoras, Adrián Paenza no es mi divulgador de la Matemática favorito. Pero, y no sé cómo le hizo, logró que la presidente de su país estuviera en la presentación de su libro más reciente.

No imagino siquiera a un funcionario mexicano de alto rango haciendo algo semejante. Por supuesto, la opinión de Cristina Fernández:
Una ciencia como la Matemática que, debo confesarles también (a fuerza de ser sincera) yo, en el colegio, no me gustaba. Porque no le entendía, porque me la enseñaban horrible, no sé por qué.
no resulta de mucha ayuda. Sí, dijo también que es muy importante, pero alguien puede concluir "Si ni a la presidente le gusta eso, ¿por qué ha de gustarme a mí?". Ojalá que no sea eso lo que se inspire en el público.

Sea como fuere, ¡vaya! Qué chévere acontecimiento.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Z-once-ras

¿Por qué será que el 11 de noviembre del 2011 ha tenido un poco más de publicidad que el 10 de octubre del 2010 u otras fechas semejantes? Una de esas "coincidencias" cayó en uno de mis cumpleaños. Y ni me acordé en su momento.

Incluso en la bitácora NumberADay le dedicaron una entrada al 111111, pero no parece ser un número particularmente interesante.

Algo quizá remotamente notable que ocurrió hoy es que se iban a terminar las votaciones para las Nuevas Siete Maravillas Naturales. El evento pasó desapercibido en México, probablemente porque no tuvo finalistas en el concurso. Además, todo quedó eclipsado por el sorpresivo fallecimiento del secretario de gobernación José Francisco Blake Mora (que en paz descanse). Es feo esto, pero seguro que esta fecha sí será memorable para la familia del difunto.