lunes, 29 de septiembre de 2014

La cantata que nadie me pidió

El 6 del presente mes se estrenó la "ópera" Xochicuicatl Cuecuechtli, del Dr. Gabriel Pareyón Morales, en la ciudad de México. Ya había comentado esto antes, anticipando poder asistir al evento. Sin embargo, debido a dificultades con Ticketmaster y a que no me imaginaba que se agotarían con mucha antelación los boletos, no pude entrar a ver el espectáculo.

Dado el costo del montaje y los meses de ensayo necesarios para llevarlo a cabo, no creo poderlo ver en vivo sino hasta dentro de muchos años (si acaso), a menos que realicen alguna especie de gira o temporada a continuación, que al momento de escribir estas líneas no ha sido anunciada. Hay un video en YouTube de lo que parece ser un ensayo, pero el compositor no me ha confirmado que proporcione un bosquejo relativamente fiel de lo que se ve en escena.

Supe, aunque no por comunicación con el autor de la música, que representaron la obra primero en Arcelia, Guerrero, el 17 de agosto, en el centro cultural "El Tecolote". Dice al respecto emeequis:
Al montaje en El Tecolote acudieron más de 300 personas, muchas de ellas de origen indígena en cuyas comunidades se escucha el náhuatl. No obstante, algunos sólo lo entienden o lo hablan poco.

Algunos reían al oír los cantos y observar actitudes llenas de picardía sexual. Según el autor del montaje, este texto precolombino "puede considerarse el antecedente del albur", como se llaman en México las frases en doble sentido y con connotación sexual.

Otros miraban con extrañeza lo que fue su primer acercamiento con las artes escénicas, en un teatro con piso de tierra, sillas de plástico, paredes de vara y con un bello escenario construido con hojas de maíz.

Ernestina, anciana nahua, entendió, porque habla mexica, pero no lo comprendió en su sentido figurado.

"Fue bonito porque habla de la naturaleza, de flores, mariposas, conejitos", dijo, aunque todo eran metáforas. "Las flores se abrirarn para recibir el néctar", dice una de las frases en alusión al acto sexual entre hombre y mujer.
Yo detecté básicamente lo mismo al ver algunas tomas en notas informativas también en YouTube, y francamente no me extraña. Aunque no conozco los detalles (pese a la minuciosa bitácora que se puede ubicar en la Red), la variante de náhuatl en la que se redactaron las recopilaciones de Sahagún en las que se basaron probablemente está extinta. Tal vez en los estados aledaños al Distrito Federal haya sobrevivientes cercanas, pero de todas maneras seguramente involucraría un proceso de retraducción del texto, del cual no se puede esperar que sea extremadamente fiel o exitoso.

Sé algo de ñuu djau (mixteco) por uno de mis compañeros de la licenciatura. Por ello sé también que la variante que él habla es muy diferente a la registrada por los frailes Francisco de Alvarado y Antonio de los Reyes, correspondientes a Teposcolula y Tlaxiaco o Achiutla (pues ya entonces habían variantes que se diferenciaban marcadamente entre sí). También que la cultura de los pueblos donde todavía se hablan las lenguas originarias está muy fuertemente mestizada (es decir, ellos mismos ya no distinguen entre lo que es originario y lo que trajeron los españoles), y que recuerdan muy poco (a veces nada) de lo que había antes.

En un artículo del periódico Reforma, el Dr. Pareyón pregunta: "¿Por qué no hay ninguna ópera original en ninguna lengua mexicana cuando en México hay 64 lenguas vivas?" (tal vez parezca exagerado, pero para mí es como si uno de los descendientes de Moctezuma que viven en España preguntara: "¿Por qué no hay un cuicatl original en ninguna lengua europea?"). Poniendo aparte los trabajos de Sor Juana Inés de la Cruz, una razón que postulo es la siguiente: que hay pocos compositores que las hablen como lengua materna. Alguien podría replicar: "De acuerdo, pero en Tlahuitoltepec (Oaxaca) hay una escuela de música muy prestigiosa, y ahí la inmensa mayoría habla mixe. ¿Qué pasa con ellos?". Excelente pregunta. Yo creo que no es accidental que pocos entre ellos consideren oportuno crear una ópera en mixe. Prefieren escribir rap, marchas, oberturas o tocar "Cuadros de una exposición" de Modesto Mussorgsky; en lo particular, esto no lo encuentro chocante, y opino que ni ellos ni sus obras o interpretaciones son menos mixes, oaxaqueños y mexicanos de lo que de por sí ya son.

Esto me puso a pensar que, pese a que mi lengua materna es el español, esto tampoco me hace menos oaxaqueño ni mexicano que el resto. Sería feliz si hablase el náhuatl de los colonizadores de la temprana Antequera, el zapoteco de los zaachileños o el mixteco de los de Xoxo (cuando los había), pero no es así. Además, desde el 2002 (cuando el Dr. Ignacio Ortiz Castro me presentó el fascinante panorama de los códices mixtecos) también he leído e investigado mucho sobre la cultura mesoamericana y mixteca en particular. Por ello tengo noticia de que, en el libro de Jansen y Pérez Jiménez sobre el códice Añute (o Selden 3135 para los demás), en la página 97 de la edición de 2007, ellos presentan una reconstrucción en español de cómo leería un escribano mixteco un códice, según la viva voz de religiosos testigos del hecho y que ya hablaban mixteco.

He decidido, entonces, escribir una cantata sobre esta base, para voz tenor y guitarra. Si no he contado ni entendido mal, el texto tiene 13 "estrofas", así que mi obra constará del mismo número de partes. La primera ya está terminada. La letra es la siguiente:
En el año y en el día
de la oscuridad y tinieblas,
antes de que hubiese días ni años,
que todo era un caos y confusión,
estaba la tierra cubierta de agua:
sólo había limo y lama
sobre la faz de la tierra.
Agradezco mucho al Dr. Rodolfo San Agustín Chi me haya confirmado que es posible (aunque tal vez no deseable o fácil) cantar esta parte inicial. Si a algún tenor con algo de tiempo libre y que pueda viajar a Teotitlán de Flores Magón o a Oaxaca de Juárez le interesa, con gusto podemos intentar sonarla si nos ponemos de acuerdo.

P. D. 1: El Dr. Pareyón me acaba de responder diciendo que la grabación del ensayo que menciono aquí es con un ensamble muy modesto, pues aparecen sólo cinco de los veinte músicos, y que en lo que al sonido respecta deja mucho que desear.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Primo por undécima vez

Así es: ayer cumplí 31 años. Cinco unos en notación binaria.

Me gustaría haber hecho más a estas alturas, pero en lo que vamos no está tan mal. Necesito un poco de ayuda con la teoría de representaciones, pero perseveraré hasta lograr entender lo necesario y demostrar una conjetura reciente que formulé.

También pude escuchar una grabación de los 43 Ghiribizzi y la Grande Sonata (¡sin el acompañamiento de violín!) para guitarra de Niccolò Paganini, interpretados por Luigi Attademo. Me encanta lo que se puede lograr con pocas notas y una soberbia interpretación.

Por último, pero no de forma menos importante, mis alumnos de propedéutico trajeron un pastel en mi honor, lo cual agradezco $31\uparrow^{31}31$ veces.

P. D.: Me deja impactado la partida del Dr. Samuel Carlos Gitler Hammer, notable matemático mexicano, sucedida el mismo día de mi cumpleaños. Que en paz descanse, y que sus teoremas vivan para siempre.