miércoles, 2 de junio de 2010

La habilidad para pensar de manera abstracta es preciosa

Leonardo Moledo entrevistó a a Pierre Cartier, un brillante matemático francés integrante del grupo Bourbaki, para Página 12. Después de mencionar que mucha de su familia se dedicó a la enseñanza de la Matemática, Cartier me sorprendió con esta respuesta.
LM: Bueno, sabiendo que el de su familia no es un caso común, ¿cree que la divulgación influye en la vocación por las matemáticas?

PC: Yo diría que no se trata de hacer propaganda de la Matemática. Creo que una de las maneras es hacer conocer la historia de la Matemática y de los propios matemáticos. Pero fíjese que, paradójicamente, el mayor motivo de orgullo de un matemático destacado es cuando su nombre se olvida y su descubrimiento pasa a ser parte del conocimiento común.
Y, ¿por qué no hacerle propaganda a la Matemática? Tal vez hubo alguna traducción que deformó el sentido del enunciado. Como quiera que fuese, pienso que hoy se hace proselitismo para tantas tonterías y supercherías que no veo como podría ser negativo el gritar a los cuatro vientos que la Matemática es una disciplina sensacional. Quiero suponer por ello que lo dice en el mismo sentido de Jean-Pierre Serre: no se trata de que todo mundo estudie a nivel profesional la Matemática, pues hay que tener mucha motivación para ello.

Aún así, me parece que divulgar la Matemática empezando por el lado humano (la historia y la biografía) tiene mucho sentido. Se debe desmitificar al matemático como un ser superdotado, ermitaño y hasta con problemas psicológicos. Como dijera Timothy Gowers: "la mayoría de aportaciones a la matemática suelen provenir de tortugas más que de liebres".

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