Esto no suena muy sorpresivo, porque seguramente hay cientos o miles de sitios mesoamericanos que todavía no se han desenterrado o estudiado. Lo sobresaliente de éste en particular es que hay una pared donde, al parecer, un escriba maya registraba los pasos
Y no sólo eso: encontraron otros números relacionados con el calendario y los planetas, que al menos a mí me sugieren que los matemáticos mayas sí iban contando múltiplo por múltiplo (vía sumas repetidas) para calcular fechas en el futuro o en el pasado del Haab y del Tzolkin, lo cual no deja de decepcionarme un poco. Con todo, resulta una información valiosísima, pues no se disponía de evidencias semejantes salvo por el códice Dresde, cuya realización es posterior a lo recién hallado.
Esperaremos a ver qué dicen los expertos extranjeros sobre el tema. Ah, por cierto: las cuentas que aparecieron ahí confirman que los mayas consideraban que su calendario podía dar vueltas eternamente, mucho más allá del 2012.
Adenda (13/05/12): Más detalles sobre este importante asunto los reporta el artículo de Saturno, Stuart, Aveni y Rossi publicado en la revista Science.
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