Entre lo positivo de este año es que pude publicar cuatro videos de divulgación de la matemática, con variado éxito en cuanto a su llegada a la audiencia. Todos han sido por solicitud de la UTM, pero solamente uno fue admitido oficialmente; es el más personal de todos, pero también el que más desencuentros me trajo con muchas personas. Los otros tres son sobre mi especialidad, la musicología matemática, y el último de ellos me causa particular satisfacción porque lo logré animar con Manim, y eso hace que se vea bastante bien.
Entre lo negativo cuento el que algunas personas que tengo en mucha estima, familiares bastante cercanos en particular, han fallecido. La pérdida, el encierro, la amenaza que representa el SARS-CoV-2, han hecho mucha mella en la estabilidad de mi entorno. No tenemos garantías sobre el curso que tomará la pandemia: la variante ómicron se cierne amenazante pese a su aparente mansedumbre, pues está más que compensada con su enorme contagiosidad, lo que refuerza su naturaleza de asesino furtivo.
Tengo ánimo para este año que inicia, pero por muchas razones me requerirá lo mejor de mis capacidades para que sea mejor que el anterior. Ojalá.