martes, 2 de septiembre de 2008

Distinguimos entre la vista y la ceguera... no por los sentidos, sino por el uso que hacemos de ellas

El lunes me tocó ayudar a un ciego a cruzar la calle...

Ya tengo trabajo dando clases en un bachillerato, y mis alumnos no son capaces de entrar en unas páginas para imprimirlas y dármelas como tarea. ¡Qué caray!

6 comentarios:

Violette dijo...

eee!! que bien que tienes empleo =)

Saludos

Octavio dijo...

Mil gracias. No pagan mucho, pero de mientras esta bien. :-)

Anónimo dijo...

Quizás a los muchachos poblanos les concierne mucho la originalidad de lo que entregan. ¿No lo crees? :)

En todo caso, siento que hubiera sido muchísimo mejor para los nuestros que aplicaras a algún lugar del propio Huāxyacac.

Hasta pronto y muy buenos deseos desde aquí, hombre.

Octavio dijo...

Nada me habr�a gustado más.Ojal� un d�a. De mientras, fue imposible en mi alma mater.

Jaime Paz dijo...

Oye, qué buena onda -más por los chavos que toman clases contigo que por el sueldo, supongo-.

Creo que no te he felicitado por tu matrimonio, no recuerdo y no quiero regresar a leer -rama que visito, rama que trunco-. Felicidades pues.

Y ahora resulta que yo doy clases pero en secundaria, tercer grado, y ¿de qué crees? de Matemáticas. Son pocos alumnos y medio atienden. A veces me pregunto si tan mal estaba yo en la secundaria, pero bueno, le echo ganas para que puedan aprender algo. Me gusta que el trabajo me exige prepararme para que no salga con tonterías cuando me pregunten algo. Jejeje.

Un saludo.

Octavio dijo...

Ah, pues felicidades igual, Don Paz. Y muchas gracias por la felicitación. No, no creo, lo que pasa es que sí está bajando cada vez más la calidad de la educación, y pues nosotros tenemos que tratar de poner el remedio en la medida de lo posible.