miércoles, 2 de mayo de 2007

El pie del que cojeo...

Hoy en la madrugada, cuando iba a tomar el taxi, corrí para pagarle al taxista porque Ange me prestó dinero y quería darle rápido el cambio. Los tristes zapatos que tengo no me dan apoyo en los tobillos, y ¡zaz! que se me dobla toda la extremidad derecha. Hasta sentí el crac de mi tendón. ¡Arrrgh! Con lo que odio los movimientos antinaturales de las articulaciones. No se que sentía peor: saber que se me había doblado o el dolor.

Lo peor fue tener que arrastrar mi maleta por el metro y no poder moverme ágil. Ojalá me sane bien a pesar de todo y no me queden secuelas. La próxima vez trataré de fijarme bien como piso. :-(

No hay comentarios.: