viernes, 2 de noviembre de 2007

Expulsados del paraíso

Las inundaciones en el estado de Tabasco son muy graves. Tristemente, también eran previsibles. A pesar de que algo parecido ya había ocurrido en 1999, nada se hizo para evitar que se repitiera con iguales o peores consecuencias, en particular considerando que el cambio climático ha acentuado los fenómenos meteorológicos.

Según he leído en "La Jornada", el siniestro es grande siendo que poco más del 70% de los habitantes de Villahermosa han sido afectados. Eso sólo en la capital, en el resto del estado es casi la mitad de la población. Todos debemos cooperar, con lo que sea pero ayudar.

Cuando busqué en las noticias de Google (en inglés), las primeras que aparecieron fueron de Francia e Inglaterra, y en el Washington Post y el New York Times no aparecen en primera plana (por suerte en el Miami Herald sí aparece en primera plana y la nota es extensa). No fue así cuando se inundó Nueva Orleáns: en México le prestamos atención y además se enviaron tropas para auxiliar a nuestros vecinos. Quizá fuese que ahí viven muchos mexicanos. Pero el hecho es que nuestro gesto de cooperación debería ahora ser correspondido, independientemente si hay o no gringos en Tabasco.

Ojalá se tomen medidas para que esto no vuelva a pasar de forma tan catastrófica, teniendo en mente que podrían esperarse peores tormentas o huracanes en la zona. También para acelerar el proceso para "despetrolizar" nuestra economía. Igual no hace falta que se acabe el petróleo para que no podamos contar con el recurso.

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