domingo, 10 de febrero de 2008

No juzgues antes de juzgarte a tí mismo

A bordo del camión ví a un "músico urbano" cantando reggae con una guitarra cubierta por estampas variopintas (en un estado semejante al de su camisa). En la cabeza tenía, desde luego, las características rastas. No cantaba ni tocaba tan mal (he oído en mi tierra unos que ni siquiera saben los acordes de la canción). Pero lo que más llamó mi atención es que llevaba unas orejeras verdes, más o menos del tono del jade. Era una costumbre prehispánica, aunque ignoro si por coincidencia también forma parte del atuendo rastafari. Recientemente me he preguntado qué se sentirá llevarlas, sobre todo por que ya he visto dos o tres personas con este atavío.

Cuando se acercó para pedir la tradicional cooperación, noté que las orejeras eran tapones parecidos a los de los dentríficos.

1 comentario:

Violette dijo...

wow! que extraño