viernes, 27 de marzo de 2009

Es increíble lo que puede hacer con la desigualdad del triángulo

El premio Abel de este año irá para Mikhail Leonidovich Gromov, un gran geómetra de origen ruso y que ahora trabaja en el legendario IHÉS. Había oído hablar de Gromov no por los famosos invariantes de Gromov-Witten (que sirven para distinguir ciertos espacios llamados variedades simplécticas), sino por un teorema de concentración de él y de Vitali Milman que usé en mi tesis de licenciatura.

En Milenio salió una nota al respecto, pero obviamente no le resulta fácil explicar la obra de Gromov de modo accesible, y se conforma con decir que "las aplicaciones de sus estudios van desde la secuencia del ADN a descubrimientos sobre el universo." Esto es por su trabajo conjunto con A. Carbone donde aplican Geometría y Topología Diferencial a la Biología Molecular, y porque las variedades simplécticas son de mucha utilidad en la Física.

2 comentarios:

José Hdz. Stgo. dijo...

y no sólo con la del triángulo...

Ya lo decía el buen Bustamante:

"... todo se reduce a probar una desigualdad."

Saludos, man.

Octavio dijo...

Claro... Recuerdo haber leído alguna vez (en un artículo sobre desigualdades isoperimétricas) que le preguntaron a algunos matemáticos cuál consideraban la desigualdad más importante. Creo que contestaron que es $x^2 \geq 0$ cuando $x$ es real.