El premio Abel de este año irá para Mikhail Leonidovich Gromov, un gran geómetra de origen ruso y que ahora trabaja en el legendario IHÉS. Había oído hablar de Gromov no por los famosos invariantes de Gromov-Witten (que sirven para distinguir ciertos espacios llamados variedades simplécticas), sino por un teorema de concentración de él y de Vitali Milman que usé en mi tesis de licenciatura.
En Milenio salió una nota al respecto, pero obviamente no le resulta fácil explicar la obra de Gromov de modo accesible, y se conforma con decir que "las aplicaciones de sus estudios van desde la secuencia del ADN a descubrimientos sobre el universo." Esto es por su trabajo conjunto con A. Carbone donde aplican Geometría y Topología Diferencial a la Biología Molecular, y porque las variedades simplécticas son de mucha utilidad en la Física.
2 comentarios:
y no sólo con la del triángulo...
Ya lo decía el buen Bustamante:
"... todo se reduce a probar una desigualdad."
Saludos, man.
Claro... Recuerdo haber leído alguna vez (en un artículo sobre desigualdades isoperimétricas) que le preguntaron a algunos matemáticos cuál consideraban la desigualdad más importante. Creo que contestaron que es $x^2 \geq 0$ cuando $x$ es real.
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