martes, 27 de mayo de 2008

A plena luz del día

No me había tocado en los dos años que estado en el D. F. pero hoy me asaltaron. Iba pasando como a eso de las 9:45 por el puente peatonal cerca de la estación Universidad del Metro cuando un tipo a la mitad del puente me impidió el paso. Me amenazó con un cuchillo (no muy grande y de cocina, por cierto) y me quitó mi celular, mi dinero y mi credencial de elector (!). Afortunadamente no pasó más.

Lástima que necesitaba la credencial para mi examen de inglés pasado mañana. En fin, ya veremos como arreglar eso.

4 comentarios:

José Hdz. Stgo. dijo...

Be Strong, yo! You know you can count on me. Anytime you say! :)

Octavio dijo...

Mil gracias, hermano. Pues fuera de la preocupación que me causa el mal uso que potencialmente harán de mi credencial, creo que estoy bastante bien.

Otra vez gracias, hermano.

Jaime Paz dijo...

Jijos de su mal dormir... generalmente me pone de malas la gente que atropella los derechos de otro a estar tranquilo. Siempre que pienso en alguien que te quita tus cosas así porque sí, me hierve la sangre. Canalizo toda mi ira, en las palabras más soeces que pueda pensar, y las poquísimas veces en que he tenido que enfrentar algún episodio violento, después me arrepiento porque es una ira nada sana para mi organismo. Termino temblando, casi rechinando los dientes, y siempre con la respuesta alternativa que no tomé, en la mente.

Méndigo tipo ése. ¿Cómo le haría uno para ser inmune a ese tipo de cosas?.

Un saludo.

Octavio dijo...

Pues lo expresas mucho mejor que yo, mi estimado Paz. Supongo que nunca hay que bajar la guardia. Posiblemente uno de mis errores fue confiarme, aunque eso no es excusa para que las autoridades no hagan su trabajo.