miércoles, 29 de abril de 2009

Mal de muchos, epidemia...

Los datos cambian continuamente al respecto, así que es difícil separar lo verdadero de lo falso en lo que respecta a la actual alerta epidemiológica.

Lo que parece ser cierto es que la alarma se disparó por el caso de la señora de Oaxaca que murió. En los laboratorios oaxaqueños identificaron el virus que causó su deceso como el del SARS. Eso se explica porque la influenza es un padecimiento común entre las aves, los seres humanos y los cerdos. Después, afortunadamente, se descartó que fuera gripe aviar, pero definitivamente era un virus nuevo.

El hecho es que luego se intensificaron las medidas para prevenir contagios de lo que resulta ser una nueva cepa del virus de la influenza. Tal vez no sea para sorprenderse, pero en una nota de "El País", de España, explica una posible razón. Hay un documento que indica los pasos a seguir por las autoridades mexicanas en caso de una pandemia de influenza, atribuido a la Secretaría de Salud (aunque no lo he encontrado en los sitios oficiales, por el momento). En él se predice, dizque a través de un modelo matemático, que alrededor del 25% de la población mexicana se infectaría, 17% presentaría un alto riesgo de complicaciones y la pandemia duraría 8 semanas. Claro, usando datos de la pandemia de 1918. Por lo dado a conocer por las autoridades, el actual brote corresponde a una variedad del virus considerablemente menos letal que aquella de la famosa "gripe española".

Mi conclusión es que las autoridades están reaccionando de una forma un tanto excesiva. Lo peor del caso es que provocan histeria colectiva, y una consecuente hipocondria. Por ejemplo: si a alguien le da una infección intestinal, podría manifestar algunos de los síntomas que han indicado en los medios de comunicación, y luego se manifiestan más consultas que no necesariamente delatan más contagios.

Ahora bien: es el momento en que la Matemática podría tomar cartas en el asunto y aclarar muchas cosas. La Epidemiología Matemática ha avanzado considerablemente los últimos años, y las autoridades deben proporcionar datos confiables y oportunos a los centros de investigación para que estimen los verdaderos alcances del problema. Como ya han indicado otras personas, es buen momento para recalcar la importancia de la Matemática y la ciencia en nuestro país para resolver nuestros problemas. Me gustaría poder decir más, pero no soy especialista en la materia, sin mencionar que hasta el momento la información disponible no es todo lo precisa que uno pudiera desear.

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