jueves, 30 de abril de 2009

La ciencia que obtiene conclusiones necesarias

  1. El CONACyT va a destinar 10 millones de pesos para la investigación del virus de la influenza, además de que se conformará un equipo para llevar a cabo el proyecto. ¡Perfecto! Dice en la página de "La Crónica de Hoy" que
    [...] conforman el grupo epidemiólogos, virólogos, neumólogos, infectólogos, personal ligado a la producción de vacunas y a la creación de modelos matemático y computacional, entre otros.
    Muy bien: ¿y no van a participar computólogos y matemáticos para hacer los modelos correspondientes?
  2. La interacción entre dos cuerpos bajo la fuerza de gravedad es un asunto bien entendido desde los tiempos de Newton. Curiosamente, cuando se mete un tercer cuerpo en el modelo, la situación se complica significativamente. De hecho, el caos emerge.

    A Euler se le ocurrió simplificar el problema despreciando la masa del tercer cuerpo, lo que le llevó a encontrar tres puntos donde se cancelan las acciones gravitatorias de los dos cuerpos con masa. En una genial inspiración variacional, Joseph-Louis Lagrange generalizó la mecánica de Newton y descubrió otros dos puntos donde sucede la aniquilación de fuerzas gravitatorias. A estos puntos, más tarde, se les llamó puntos lagrangianos.

    Esta predicción matemática se vió confirmada después cuando se encontraron asteroides en los puntos lagrangianos de la órbita terreste y joviana. De hecho, se piensa que para el caso terreste ahí se formó un planetoide que chocó con la Tierra. En www.levante-emw.com dice al respecto:
    Cuando el sistema solar aún era muy joven, los puntos de Lagrange se encontraban poblados principalmente por planetesimales, o unidades del tamaño de asteroides que formaron los planetas. Los investigadores Belbruno y Gott sugieren que en uno de los puntos de Lagrange, ya sea L4 o L5, los planetesimales se unieron para formar a «Theia», cuyo nombre en la mitología griega representaba a un titán que dio a luz a la diosa de la Luna, Selena.
    Sus modelos numéricos (realizados mediante computadores) muestran que «Theia» pudo haber crecido hasta ser tan grande como para producir un objeto como la Luna, si ésta se hubiese formado en las regiones L4 o L5, donde el equilibrio de fuerzas permitió que se acumulara material suficiente. Más tarde, «Theia» se podría haber separado de L4 o L5 gracias a la creciente gravedad de otros planetas en formación, como Venus, y entonces entró en ruta de colisión con la Tierra. Si esta idea es correcta, «Theia» en sí hace mucho tiempo que desapareció, pero algunos de los antiguos planetesimales que no se unieron para formar «Theia» podrían permanecer en L4 o L5.
  3. Por cierto, hoy cumpliría años Johann Carl Friedrich Gauss...

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