domingo, 20 de septiembre de 2009

¿Etapa?

Leí por ahí sobre cierta "etapa de la vida"...

Lo que sigue supone que he entendido más o menos de qué se trata y que el lector lo adivine.

Mis lecturas filosóficas de aquellos tiempos eran los "Diálogos" de Platón, y me preguntaba como alguien tan razonable como Sócrates pudiera ser "suicidado". Quizá me asombraba más la lección tan grande que les dió a los atenienses, y la actitud tan positiva (y admirable e imitable, desde mi punto de vista) que tenía frente a la muerte.

Repetí los experimentos atribuídos a Sócrates, con variados resultados. Pero, en general, muy diferentes salvo en un caso. Por supuesto (y contra todo pronóstico), nadie me obligó a auto-liquidarme.

Respecto a la Música, detestaba prácticamente toda la que no fuera lo que ahora llamo "música de concierto" (por no encontrarle un mejor nombre). Y, esencialmente, la sigo aborreciendo, aunque eso no impide que le aprecie algo de cualquier manera. Una razón es que no se puede delimitar de manera satisfactoria a la "música de concierto" (¿la música de Antonio Lauro, la de Agustín Barrios "Mangoré", "El Tri Sinfónico" o "Los Beatles Sinfónicos" son música de concierto?). Otra razón es que descubrí el jazz, y que es algo muy profundo, cuyos principios rectores son igualmente válidos aunque generalmente muy diferentes. En aquel entonces idolatraba a Bach. Ahora su obra me conmueve aún más y, mejor aún, también la de sus contemporáneos y herederos.

En general, la inmensa mayoría de las cosas que no me gustan no he aprendido inesperadamente a disfrutarlas, sino a tolerarlas, a sobrellevarlas. Lo que no hubiera hecho jamás sigo sin hacerlo (hasta donde soy consciente, favor de corregirme si es necesario (pero sin contar que ahora me gustan frutas que antes no me gustaban y trivialidades por el estilo)). En resumen, siempre he sido partidario de la adición antes que de la resta o del intercambio (lo que se puede apreciar en mi purismo, por ejemplo), y así espero permanecer.

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